Aprendizaje del mes:

Noviembre 08:
Meditation is learning to do nothing and becoming comfortable in nothingness.
It requires courage to face the truth that will come to you, strength to seek change, patience to achieve your goals and faith to continue to do the work. All of this will come to you during your meditation in the form of an inner voice or intuitive messages that you will grow to trust. From nothing comes truth. From truth comes courage. From courage comes change. All require faith

viernes, 23 de mayo de 2008

Art

miércoles, 21 de mayo de 2008

Sobre el amor: la búsqueda de las almas gemelas

Buscamos el amor – en todas sus formas – durante toda nuestra vida. Y muchas veces, cuando lo encontramos, no sabemos que hacer con él. Lo recibidos con alegría, pero a la vez desconfiados, porque, a veces, las experiencias del pasado no nos permiten avanzar. Todo es cuestión de tomar conciencia de quienes somos, de no dejar que la vida pase por nosotros sin más.

Hay gente que cree que realmente existen las almas gemelas. Otros piensan que eso es un invento cursi, una ilusión fantasiosa, que nos empuja a buscar lo imposible. Pero lo cierto es que no es una idea nueva, tiene siglos de antigüedad.

La búsqueda de las almas gemelas

En "El Banquete", de Platón, Aristófanes cuenta que en un principio el ser humano estaba dividido en tres géneros: uno femenino gobernado por la Tierra, otro masculino gobernado por el Sol y uno formado por ambos sexos, que estaba gobernado por la Luna.

Este tercer género, que tenía forma redonda, poseía cuatro brazos, cuatro piernas, dos rostros idénticos colocados en sentidos opuestos formando una sola cabeza y dos órganos sexuales. Dada su peculiaridad y fortaleza, estos seres se hicieron tremendamente arrogantes y poderosos.

Zeus, alertado, reunió al resto de los dioses en el Monte Parnaso para deliberar qué hacer ante semejante insolencia. Debían decidir cuidadosamente, pues no podían fulminar definitivamente este linaje ya que, de hacerlo, dejarían de recibir honores y sacrificios de parte de los hombres. Tras varias tribulaciones Zeus dio con una solución: partirían a estas criaturas en dos, a fin de hacerlos más débiles y, como así se multiplicaría en número, les serían mucho mas útiles.

Dicho esto, ordenó al dios Apolo a que seccionara a estas criaturas y les diera la vuelta a la cabeza para que pudieran contemplar eternamente su parte amputada. Apolo curó sus heridas, dio forma a su tronco y moldeó su barriga, juntando la piel que sobraba en el centro (el ombligo), para que ellos recordasen lo que alguna vez habían sido. Toda una lección de humildad.

Una vez separados, estos seres empezaron a añorar su antigua naturaleza. Se buscaban mutuamente y cuando se encontraban, se abrazaban fuertemente y se dejaban estar así. Si no lograban dicha unión, morían de hambre y de desesperación. Y si solo una de las partes moría, la otra quedaba a la deriva, buscando, buscando...

Pero Zeus tuvo pena de las criaturas. Así que decidió darle vuelta a sus partes reproductoras para que pudiesen reproducirse un hombre con una mujer. En un abrazo. Así la raza no moriría y ellos, los dioses, podrían descansar.

Con el tiempo, las criaturas se olvidaron de lo ocurrido y sólo tuvieron conciencia de un profundo deseo. Un deseo que jamás estaría enteramente saciado, porque aún derritiéndose en el otro por un instante, el alma sabría, aunque no pudiera explicar por qué, que su ansia jamás sería completamente satisfecha.

¿Has conocido a tu alma gemela?

martes, 20 de mayo de 2008

Las herramientas de la antigüedad

Han pasado meses desde la última vez que escribí algo aquí. Un gran silencio. Me sería casi imposible contar todo lo que ha sucedido en este tiempo. Así que simplemente, comenzaré de nuevo. Porque hay que comenzar de nuevo, cuantas veces sea necesario. Y mientras todo pasa - porque tanto lo bueno como lo malo pasará - hay que vivir un día a la vez.

Hoy recordé cuando comencé a conectar puntos. Tenía 9 años y vivíamos en Haití. Todas las semanas mi profesora de 3er grado nos llevaba a la biblioteca del colegio, un colegio que estaba en la cima de un cerro cubierto de árboles frondosos. Un día, en una de las excursiones a la biblioteca (en las cuales era obligatorio retirar por lo menos un libro) encontré uno que me marcó la vida. Era un libro de Mitología Griega, de tapas blancas y hermosas imágenes a lápiz. Nadie lo sabe, pero he buscado ese libro en librerías de medio mundo, aunque no recuerdo ni su nombre ni ningún detalle que me pueda ayudar. Excepto uno: un dibujo que ocupaba una página entera: el rostro de Helena de Troya, la mujer más hermosa de la antigüedad.

Desde entonces quedé hipnotizada por los mitos y las leyendas. Y empecé a leer compulsivamente cuantos libros de mitología podía encontrar: desde la cosmogonía inca, hasta la Epopeya de Gilgamesh. Para mi asombro, cosa que luego comprobé que era tema de estudio académico, todas las culturas del mundo tienen mitos sobre un gran diluvio Universal. Todas las culturas estaban – aparentemente – conectadas. Aprendí también que la mitología fue el inicio de la filosofía y que las historias de los libros Sagrados también se consideran mitos. Aprendí que psicólogos, físicos y filósofos habían estudiado esto y, claro, pensar en eso me llevó un poco más allá…

Pero hoy, solo porque hay que empezar por algún lado, comenzaré contando mitos. Los mitos son como mapas indicadores de los caminos que precisamos recorrer. Son caminos para conocer la sabiduría antigua, son más que cuentos. Son mitos. Porque el hombre siempre trató de explicar lo que veía y no comprendía, y lo que no viendo, podía sentir.

Próxima entrada: Un mito sobre el amor: el origen de las almas gemelas.

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